Cuando estamos empezando a hacer videos generalmente no tenemos nada mas que la pasión por crear y eso es suficiente.
¿Pero qué pasa cuando empezamos a meternos en el medio de forma profesional?
Va a llegar un punto en donde necesitemos equipos especializados para crear mejores productos, que no sólo compitan por su creatividad, sino por su calidad. ¿Deberíamos endeudarnos y comprar una cámara que cueste más que un auto? ¿O rentar equipo para cualquier trabajo?
Primero comparemos costo-beneficio.
Rentar nos permite acceder a cualquier equipo sin limitarnos a una marca o a un modelo.
Rentar nos permite disfrutar de los beneficios sin la inversión. En lugar de necesitar 1000 USD para un kit de luces se lo puede rentar casi siempre a un 10% de su precio comercial (ese el el estándar).
Rentar incluye dejar una garantía y si el equipo se daña se debe pagar. Ahora bien, si el equipo es propio y se daña, igual incluye un costo ya sea de reparación o reposición.
Siempre rentar cosas diferentes va a hacer más lenta la curva de aprendizaje. Por ejemplo, en el manejo de gimbals, cada uno es un poco diferente, no mucho. La diferencia principal es el acceso a los diferentes modos, pero esto puede ser un imprevisto durante rodaje.
Otra ventaja de rentar es que cuando se contrata a alguien para algo específico, esa persona suele tener sus propios equipos para el trabajo. Por ejemplo, al contratar un sonidista se le puede preguntar si tiene sus equipos (grabadora, micrófonos y extras) y si puede incluirlos en la cotización.
¿Suena bastante bien? Pues la principal desventaja de rentar es el tiempo y a veces el presupuesto. Se gasta tiempo buscando a quien rentar, yendo a retirar el equipo y luego entregándolo. El precio es otro cuento. Lo ideal es sumar el precio de la renta a la cotización que se entregue al cliente, pero a veces el cliente no quiere y se va por personas que le dan precios más bajos porque tienen su propio equipo.
¿Qué beneficios trae comprar equipo propio?
Comprar nos permite bajar precios y potencialmente tener más clientes. Como ya no incurrimos en costos de renta, el precio es más flexible. Hay que tener cuidado con esto, porque casi todo equipo debe ser reemplazado después de un tiempo y eso significa que ese descuento que se hace hoy puede ser no tener suficiente dinero para renovar el equipo en el futuro. Es decir, no se debe bajar el precio a menos que sea necesario.
Tener equipo propio nos permite hacer contenido propio sin costo. Esto es importantísimo en el tiempo que vivimos. ¡Somos creadores de contenido, no podemos estar sentados esperando a que alguien nos contrate para crear!
Poco a poco uno se familiariza con el equipo y lo usa a su máximo potencial. La curva de aprendizaje en este caso es más rápida.
Ahora bien, la principal desventaja es que se necesita dinero para comprar equipos y además hay que ir renovándolo con los años. Ante lo cual, lo mejor es invirtiendo según sea posible; primero la cámara, el computador, las memorias y discos, etc…
Entonces, ¿qué mismo?
En mi opinión, es necesario encontrar un equilibrio entre comprar y rentar, a menos que se gane la lotería.
Siempre analizar cuánto cuesta rentar X equipo durante el tiempo de rodaje y cuánto cuesta ese mismo equipo nuevo o usado. Y preguntarse: ¿puedo comprar este equipo y luego rentarlo? ¿Para qué me va a servir esto que voy a comprar? ¿Cómo se complementa con lo que ya tengo?
Tener un equipo básico es una buena inversión. Algo con lo que se pueda grabar video y sonido y editar. Rentar lo que falte según el rodaje lo requiera (lentes, luces, dron, estabilizadores, etc).
Si se piensa hacer cualquier actividad de edición (en fotografía o vídeo) es indispensable tener un computador. La edición requiere horas y días y madrugadas de estar frente a un computador. Si se desea prescindir de un editor, esta es una compra no negociable. Sé que en otros países hay lugares donde se puede rentar un espacio de edición, pero no conozco ninguno en Ecuador.
Aquí he armado un de kit básico de cámara que pueden servir como referencia para quien está pensando en iniciar en la videografía.
Por último, aclaro que hay equipos que son una mejor inversión que otros. Lentes y luces no pierden su valor y no necesitan ser renovados a menos que sufran algún descuido. Lo mismo pasa con trípodes, fondos, modificadores de luz, todo lo que sea ferretería, es decir todo lo que no tenga que ver con tecnología y el próximo año haya uno mejor.
¿Y tú? ¿Rentas o compras? Cuéntame en los comentarios.